quarta-feira, 10 de agosto de 2016

Historiografía Judía

Esta es la adaptación de un texto corto que escribí para un proyecto que estoy armando sobre historia judía. ¿Por qué no compartirlo en el blog? Espero que me hagan críticas y aportes para mejorar el texto y corregir errores si los hubiere.




La Historiografía Judía



Uno de los problemas más importantes de la historia judía, es decir, la respuesta a las siguientes preguntas: ¿quién escribe/escribió historia judía? ¿Cuándo se escribió historia judía? ¿Qué tipo de historia se escribió?



Historiografía vendría a ser la “historia de la escritura de historia” y también se dice que cierta forma particular de escribir historia forma parte de un tipo de historiografía o de una “escuela historiográfica”. Una analogía vendría a ser “historiografía = historia de la física” y “historiografía X = física newtoniana”, “historiografía Y = física cuántica” etc. Dos significados diferentes pero relacionados.



1. LA EPOCA ANTIGUA



En el caso de la historiografía judía tenemos el Tanaj como primer fuente. Pero el Tanaj no es exactamente un libro de historia. Es un libro que incluye muchos propósitos diferentes: explicar el mundo, alabar a Dios, condenar ciertas prácticas o a ciertas personas y pueblos, justificar a otras, dar un listado de cosas permitidas y prohibidas y también relatar la relación de un pueblo con su Dios y darle una razón de ser y una misión a este pueblo. El Tanaj (39 libros – Torá, Profetas y Escritos) se terminó de escribir y compilar en el siglo II a.e.c. El Libro de Daniel fue el último de los libros que habría sido incorporado a la colección bíblica y habría sido escrito entre los años 167 y 164 a.e.c (antes de la era común, es decir, antes del año cero cristiano) por sacerdotes del Templo. Los cinco libros de la Torá fueron escritos por cuatro diferentes escuelas “historiográficas”: la yavista, la elohista, la deuteronomista y la sacerdotal. El resto de los libros fue escrito por diferentes autores, y como dije, compilado en el templo.



El primer y casi único historiador judío de la antigüedad fue Flavio Josefo (Yosef ben Matitiau) (37 – 100 e.c) un educado líder de la fracasada revuelta judía contra los romanos, que se pasó al bando contrario y se convirtió en historiador de la revuelta. Sus principales libros de historia son “Las Guerras Judías” (sobre la revuelta contra Roma) y “Antigüedades Judías” fuente principal para la historia judía anterior a Roma. Josefo escribía para los vencedores, pero a su vez, no quería tampoco dejar mal parado a los judíos (Antigüedades Judías es un intento de hacer conocer a los romanos la gran y digna historia del pueblo judío). Por eso, en “Las Guerras Judías” generalmente ataca a los extremistas judíos como los causantes de la guerra. Josefo es la única fuente por la que conocemos lo que pasó en Masada (aún cuando Josefo debe haber inventado bastante sobre los hechos, ya que él no estuvo allí personalmente).

Su libro “Contra-Apión” es el primer intento sistemático de refutar los prejuicios anti-judíos de su época. Al parecer Apión era una persona que odiaba a los judíos e inventó la primera historia sobre que los judíos sacrificaban gentiles para beber su sangre.

Los escritos de Josefo se conservaron gracias a la copia constante de sus manuscritos por parte de la Iglesia. Lo interesante es que a los judíos no les interesaron las obras de Josefo y fueron prácticamente desconocidas para ellos hasta la época moderna.



2. LA EPOCA MEDIEVAL



En el año 70 e.c. el Segundo Templo fue destruido por los romanos y en el año 135 e.c., luego de la fallida revuelta de Bar Kojba, los judíos fueron expulsados de Jerusalem y se les prohibió el regreso. Muchos fueron asesinados y otros miles vendidos como esclavos. El núcleo principal de los judíos que permanecieron en Judea (renombrada por los romanos Palestina) se asentó en la Galilea y los rabinos se dedicaron a poner por escrito las costumbres judías para que no se perdieran –ahora que no había Templo ni estado judío soberano - en la Mishná y luego en el Talmud. Aunque el Talmud es una fuente invalorable para el estudio de la vida judía de esa época, no es un libro de historia, y los judíos no volvieron a escribir ningún tipo de historia hasta la Época Moderna. La esperanza mesiánica y de restauración del Templo por mano divina y la realidad de ser un pueblo en el exilio hicieron que el pueblo judío entrar en un período de “hibernación” historiográfica. ¿Cómo escribir historia del pueblo judío si no hay razón para ello, si no hay acciones humanas de los judíos que valgan la pena ser relatadas?

Por parte de los cristianos, la Iglesia interpretó la destrucción del Templo como el castigo merecido a quienes habían rechazado (o matado) a Jesús y consideró, con San Agustín que fue el primero en desarrollar la idea, que la supervivencia del pueblo judío era por un lado necesaria para demostrar la verdad del cristianismo (los judíos eran un pueblo testigo), pero a la vez, que su misión histórica y espiritual había terminado. Ningún cristiano tampoco escribió la historia de los judíos a partir de la destrucción del templo. No tenía ningún sentido seguir haciendo la crónica de un pueblo “muerto”.



3. LA EPOCA MODERNA



A partir de la Emancipación de los judíos en Europa (cuando les fueron otorgados derechos de ciudadanía iguales – en primer lugar durante la Revolución Francesa) vuelve a surgir la historiografía judía, esta vez, basada en un estudio objetivo de las fuentes.



3.1. LA CIENCIA DE LOS JUDÍOS

El primer intento, de algunos autores alemanes, sin demasiada organización, se llamó “la Ciencia de los Judíos” (Wissenschaft des Judentums). La idea era presentar la historia de los judíos como participante de la historia de los otros pueblos europeos. Mostrar sus aportes a la cultura europea y sus logros internos. Se intentaba presentar al judaísmo como “respetable”: mostrando que tenía una historia, una literatura y una filosofía como otras culturas. Tenía asimismo un tinte liberal: se resaltaba la idea de que si se permitía a los judíos participar como iguales con el resto de los ciudadanos, Europa se beneficiaría con los desarrollos culturales judíos.



3.2. LA HISTORIA LACRIMÓGENA

La primera escuela historiográfica organizada intentó realizar una historia de los judíos desde un punto de vista triste, el de su opresión. Se la conoce como “historia lacrimógena”. El historiador Tzvi Heinrich Graetz (1817-1891) abundó en descripciones de la situación de los judíos en la Edad Media acentuando su sufrimiento y persecuciones. Sin embargo agregó un tono optimista que anunciaba una nueva e iluminada esperanza gracias a la Emancipación. Esta postura fue compartida también por el historiador judeo-ruso Simón Dubnow (1860-1941).



3.3. LA NUEVA HISTORIOGRAFÍA

Como reacción a la historia lacrimógena, surgió una nueva historiografía, comenzada por el historiador Salo Barón (1895-1989) y luego seguida por Ben Zion Dinur. La nueva escuela dejó de hacer tanto énfasis en los sufrimientos del pueblo judío y de esa manera pudo ampliar su campo de visión hacia otros fenómenos, como los encuentros interculturales y la interacción con la sociedad general. Los judíos ya no son descriptos como un cuerpo histórico pasivo separado de la sociedad circundante, sino como un actor histórico que moldeó su propio carácter y que en algunos momentos de la Edad Media gozó de iguales derechos que el resto de las personas.



En general, la historia judía es escrita por historiadores judíos, y esto a veces se ve como una falencia, ya que al conformar un campo aparte, aún cuando legítimo, muchos de sus aportes no son apropiados por historiadores de otros ámbitos. Sin embargo, hay también historiadores no judíos que han escrito importantes libros, como Paul Johnson.



El impacto del Holocausto en la historiografía no se hizo sentir inmediatamente (así como sucede con otros temas, los historiadores no gustan de escribir “historia inmediata”), pero uno de los factores que promovió la historia y la enseñanza sobre el Holocausto fue la captura y el juicio a Eichmann, en 1961 en Jerusalem. Historiadores como Shmuel Ettinger, Raul Hilberg, Lucy Davidowicz o Deborah Lipstadt se han ocupado de temas como antisemitismo y Holocausto.



La fundación del Estado de Israel por su parte, tuvo un rol muy positivo al promover el estudio de la historia judía en sus universidades con una alta calidad académica y por el refuerzo que brindaron las exploraciones arqueológicas en Israel a los historiadores.



Agrego: Según Yitzhak Conforti(1), que escribe en contra de la visión monolítica que tienen los historiadiores "post-sionistas" de la historiografía "sionista", dentro de la historiografía judía de origen israelí podemos distinguir dos vertientes: la "historiografía sionista" y la historiografía más científica. Estas dos versiones por supuesto aceptaban y apoyaban al Estado de Israel, pero la primera, más sionista, representada por Ben Zion Dinur (1884-1973) se caracterizaba por los siguientes puntos:



a. era Palestino-céntrica, que veía todo el pasado judío a través del prisma de Eretz Israel, como centro focal de la historia judía.

b. Dividía la historia en períodos, y veía al sionismo como la culminación de toda la historia judía, y,

c. Utilizaba lenguaje más simbólico.

Además, retrotraía el sionismo hacia el pasado, por ejemplo considerando que la aliah (inmigración a Israel) del rabino Yehuda Hasid y sus seguidores en el año 1700 inauguraba el período nacionalista en la historia judía, es decir lo tomaba como un evento proto-sionista.



Por otro lado, la escuela más científica, que Conforti identifica principalmente con el historiador Yitzhak Baer (1888-1980), seguía el enfoque positivista de Leopold Ranke (estudiar la historia como "realmente pasó", intentando que los datos mismos cuenten la historia, evitando plantear reglas universales en la historia y enfocándose en cambio en los eventos individuales.



Hacia 1950-1960s la segunda oleada de historiografía judía de origen israelí comenzó, aún influída sobre todo por el ideal positivista de Baer. Ejemplos de historiadores serían: Jacob Nahum Epstein, Gershom Scholem, Shlomo Dov Goiten, Jacob Kats y otros. Otras corrientes asimilaron la historia como un campo dentro de las humanidades (más arte, menos ciencia): Haim Hilel Ben-Sasson, Shmuel Ettinger, Menahem Stern y otros.




En la última década han aparecido muy buenos y extensos libros sobre la historia del Estado de Israel de parte historiadores como Howard Sachar y Martin Gilbert. En los años noventas hizo su aparición una historiografía revisionista israelí variada llamada la escuela de los “nuevos historiadores”, que se dedicó a poner el énfasis en eventos claves de la fundación del Estado de Israel y del sionismo (como las guerras de 1948 y 1967) haciendo propia la mirada árabe anti-israelí, marxista, o post-modernista (por ejemplo Ilan Pappe, Avi Shlaim o Benny Morris). Finalmente, la escuela de los “nuevos historiadores” se vio bajo ataque a su vez por otros historiadores (Efraím Karsh, Shlomo Avineri, Yoram Hazony, un Benny Morris reconvertido) que señalaron sus inconsistencias, la falta de material clave (como los archivos árabes no están disponibles, las únicas acciones que habían puesto bajo juicio moral eran las israelíes) y su tendenciosidad.



Como vemos, la historiografía actual sobre la historia del pueblo judío es muy variada y contiene muchos puntos de vista distintos, haciéndose eco de los desarrollos mundiales en este ámbito. La historiografía israelí se ha involucrado en las últimas décadas en los estudios de género, en la antropología, etc.



Notas

1. Conforti Yitzhak, "Alternative voices in Zionist historiography." Journal of Modern Jewish Studies, Vol. 4, No.1, March 2005, pp. 1-12.

sexta-feira, 15 de abril de 2016

TODOS OS TELEFONES DO PRESIDENTE LULA

Compre o livro TODOS OS TELEFONES DO PRESIDENTE LULA em várias livrarias virtuais como amazon.com, e clubedeautores.com.br no endereço abaixo:
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  Este presente volume faz uma análise das ligações telefônicas que o juiz Sergio Moro retirou o sigilo do processo e permitiu que a sociedade brasileira tomasse conhecimento do complô que Lula, Dilma e a cúpula do Partido dos Trabalhadores tramavam contra o Brasil. Em seu plano de poder, o PT enriqueceu seus membros mais ilustres e arregimentava sua quadrilha na ralé da sociedade com seus exércitos paralelos como o MST, os ditos movimentos sociais, os sindicatos e grupos sanguessugas como a CUT (Central Única dos Trabalhadores).  As revelações das conversas telefônicas deixaram o Brasil estarrecido com as manobras ilegais que o PT tramava para livrar Lula das mãos pesadas da justiça federal, em especial, da REPÚBLICA DE CURITIBA, pois daquela capital brasileira, uma força conjunta da Policia Federal, do Ministério Público Federal e da Justiça Federal, desvendou-se o maior esquema de corrupção da história do Brasil e mesmo da história da humanidade. O volume de dinheiro desviado do erário público e da Petrobrás trata-se de uma soma astronômica que bandidos mancomunados transferiram para sustentar a máfia do PT


quinta-feira, 10 de março de 2016

LIVRO: O DIABO ESTÁ AO SEU LADO

O Escriba Valdemir publicou este livro e pode ser comprado impresso ou em e-book no endereço abaixo, além de dezenas de outras editoras e livrarias virtuais. Pode ser lido na íntegra logo a seguir.

https://www.clubedeautores.com.br/book/204955--O_Diabo_esta_ao_seu_lado?topic=desenvolvimento#.VuIzdfkrLIU
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Tive inúmeras experiências com os demônios, e a cada dia tenho novas experiências. Ninguém passa por este mundo sem sentir por algum momento uma perturbação em sua vida. Um vulto que passou por trás de você, uma voz chamando seu nome e você não vê ninguém. Um pesadelo extremamente assustador. Um impulso maligno para fazer algo contrário a sua consciência. Muitas vezes uma voz, como se houvesse outra pessoa discutindo em sua mente com você, te tentando para fazer algo proibido. Cada um fazendo uma retrospectiva da sua vida perceberá que em alguns momentos uma presença maligna o cercou. Não tem como evitar isso. Aliás, quanto mais a pessoa se volta para Deus, mais chances ela terá de sentir o Mal lhe rondando, lhe cercando e espreitando sua vida, porque o Diabo não quer ninguém bem.  



domingo, 17 de janeiro de 2016

ENTENDA A CONGREGAÇÃO CRISTÃ - VOLUME II - CONVENÇÕES DE 1965 A 1971

O Escriba Valdemir publicou este livro que você pode ler aqui na íntegra.Trata-se de uma. crítica textual sobre as deliberações das convenções da CCB entre os anos de 1965 a 1971 Contendo 183 páginas. O livro pode ser adquirido impresso no endereço a seguir:

https://clubedeautores.com.br/book/201801--Entenda_a_Congregacao_Crista__Volume_II#.Vpu8fvkrLIU
http://www.amazon.com/


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A CCB (Congregação Cristã no Brasil) é hoje considerada a terceira maior denominação evangélica do Brasil, só perdendo em membros para a Assembleia de Deus e para a Igreja Batista. Sua história é ligada ao surgimento do maior avivamento espiritual dos Estados Unidos, com os eventos sobrenaturais da Rua Azuza, que deu origem ao pentecostalismo moderno. Dali saíram Daniel Berg que fundou a Assembleia de Deus no Brasil, começando por Belém do Pará, e também pela Rua Azuza passou Luigi Francescon que fundou a Congregação Cristã no Brasil, iniciando a obra no Estado do Paraná. Este livro faz parte de uma série que estuda a evolução do pensamento na CCB, analisando as deliberações das convenções anuais.






terça-feira, 12 de janeiro de 2016

LIVRO: APOCALIPSE COMENTADO PELO ESCRIBA


O Escriba Valdemir publicou este livro que você pode ler aqui na íntegra.Trata-se de uma explicação do Apocalipse versículo por versículo, analisando o texto nos manuscritos grego e interpretando-o, Contendo 356 páginas. O livro pode ser adquirido impresso no endereço a seguir:

https://clubedeautores.com.br/book/200513--APOCALIPSE_COMENTADO_PELO_ESCRIBA?topic=hermeneutica

http://www.amazon.com/apocalipse-comentado-pelo-escriba-Portuguese/dp/1522923144/ref=sr_1_2?ie=UTF8&qid=1452608888&sr=8-2&keywords=apocalipse+comentado+pelo+escriba

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Aqui temos um livro que poderá ajuda-lo a entender o Apocalipse, que sem dúvida é o livro mais difícil de interpretar das Escrituras Sagradas. Nós sabemos a responsabilidade que é interpretá-lo, por isso nos exaustamos para poder compreender as ideias do livro, afinal, a interpretação errônea do Apocalipse faz surgir seitas, e é por isto que surgiram os Adventistas, os Mórmons, e as Testemunhas de Jeová; tivemos que ler muitos comentários e inclusive orar, pedindo entendimento e cremos que a nossa exposição está dentro daquilo que BREVEMENTE DEVE ACONTECER. Esta obra também estuda os manuscritos antigos que serviram de base para a tradução do livro do Apocalipse. O Apocalipse tem um ingrediente de complexidade a mais, porque o texto original continha tantos erros gramaticais que os escribas que faziam copias tentaram corrigir alguns erros, criando variantes textuais, todavia, nada que comprometesse as ideias originais do livro.




sábado, 3 de outubro de 2015

LIVRO: MEMORIAL CRIMINOSO DO PT - VOLUME I

O Escriba Valdemir publicou este livro que você pode ler aqui na íntegra. São 42 capítulos falando dos crimes cometidos pelo Partido dos Trabalhadores. O livro pode ser adquirido impresso no endereço a seguir:

https://clubedeautores.com.br/book/194321--MEMORIAL_CRIMINOSO_DO_PT




segunda-feira, 29 de junho de 2015

HISTORIOGRAFIA MARXISTA INGLESA

Escriba Valdemir Mota de Menezes A historiografia marxista inglesa Revista inaugurada pelo marxismo inglês O que é? É um conjunto de trabalhos produzidos por um grupo de historiadores e de teóricos de outras áreas formado na década de 60, que adotou uma linha de pesquisa da história a partir da obra de Marx, porém em contraposição a perspectiva dogmática do marxismo, chamada de “marxismo vulgar” por Eric Hobsbawm. Esse historiador é um dos expoentes do marxismo inglês, assim como E. P. Thompson, Christopher Hill, Perry Anderson, Tom Nairn, Raymond Williams e outros. Existem divergências teóricas e metodológicas entre os pesquisadores marxistas dessa corrente de pensamento, porém podemos dizer que a proposta do grupo busca construir uma análise da sociedade como uma totalidade em movimento, na qual a experiência humana não se encontra submissa a qualquer forma de determinismo mecânico. Mais do que isso, além das abordagens socioeconômicas relativas ao interesse sobre os processos estruturais de desenvolvimento do capitalismo, bastante comuns à tradição do marxismo, também há abordagens ao cultural que até então era uma carência no pensamento marxista. A renovação da perspectiva marxista surgiu após o diálogo com as obras de história produzidas pela revista francesa dos Annales, que destacaram o papel do social e do econômico em combate a historiografia praticada no século 19 que alçava a esfera política como centro da história protagonizada por heróis, reis, autoridades, Estado, Igreja através da narração de eventos factuais e lineares pesquisados em documentos oficiais, considerados neutros. O marxismo inglês foi também uma resposta contrária a política stalinista da União Soviética e a produção historiográfica ligada a ela. Hobsbawm (1911-2012) Segundo Hobsbawm (1998), o marxismo vulgar, do qual quer se distanciar, não representa o pensamento marxista maduro e está calcado mais em escolhas de pontos da obra de Marx do que em sua totalidade. Ele elenca sete características presentes nas pesquisas do “marxismo vulgar”. Primeira, uma interpretação economicista da história. A economia é o fator fundamental do qual os demais seriam apenas reflexos. Segunda, o modelo de “base e superestrutura”, usado como simples relação de dependência da primeira sobre a segunda. Terceira, a superestrutura era explicada simplesmente pelo interesse de classe e pela luta de classes. Quarta, defesa de leis históricas e inevitabilidade histórica. Acreditava-se acertadamente no desenvolvimento sistemático e necessário da sociedade humana na história, com exclusão do contingente em longo prazo. Só que isso acabava por cair numa regularidade rígida e imposta de determinismo mecânico, a ponto de não admitir alternativas na história. Quinta, os temas de investigação da história derivavam dos próprios interesses de Marx; ou então (sexta), dos movimentos sociais animados por sua teoria. Sétima, a natureza e os limites científicos da historiografia eram justificados pela história economicista, supostamente estes serviam para explicar motivações e métodos de historiadores que diziam fazer a busca pela verdade de maneira imparcial. Embora houvessem grandes problemas neste tipo de pesquisa, o marxismo vulgar, no entender de Hobsbawm, serviu para destruir paulatinamente a velha história (do séc. 19). Para o historiador inglês, a maior importância do marxismo foi penetrar as ciências sociais com a teoria da "base e superestrutura" que disserta sobre os diversos níveis em interação na sociedade, independentemente se o pesquisador aceita ou não uma hierarquia entre eles. Mais do que isso, a teoria estrutural-funcionalista do marxismo criticou o positivismo por querer estudar fatos humanos baseado em fatos não-humanos, ou seja, equiparar as ciências sociais às ciências naturais da maneira de Comte. Dois fatores principais tornam o marxismo diferente das outras teorias estrutural-funcionalistas: a hierarquia dos fenômenos sociais – tais como base e superestrutura –, e a existência de tensões internas (contradições) na sociedade que contrabalançam a tendência do sistema se manter como um interesse vigente, ou seja, a insistência na mudança através da história (tempo). R. Williams (1921-1988) Por outro lado, preocupados com questões socioculturais ou culturais, autores como Raymond Williams e Edward P. Thompson criticaram o modelo estrutural-funcionalista de base econômica absoluta do marxismo. Thompson não poupou críticas nem a membros do marxismo inglês como Perry Anderson e Tom Nairn. Tanto Thompson, como Williams, propõe uma interpretação inovadora do conceito “modos de produção” da teoria materialista de Marx. Modos de produção, na opinião destes teóricos, não se referem somente às esferas produtivas da economia, do trabalho e de suas relações sociais durante o processo de fabricação de produtos e mercadorias; ou seja, de uma suposta “base econômica” que hierarquicamente determina a cultura. Porém, se referem às maneiras através das quais os sujeitos em suas relações sociais com os outros e com o ambiente (através de suas experiências) produzem cultura. A consciência é determinada pelo ser social em diferentes práticas, econômicas e/ou não-econômicas. Apesar do trabalho de Williams ser voltado para a literatura (para entender contra-hegemonia), o qual poderíamos situar como uma especialidade dos estudos culturais, o conceito de cultura nestes dois autores é mais abrangente, tomada num significado antropológico de totalidade dos fenômenos humanos. Nesse sentido, todas as práticas sociais, inclusive as artes, as religiões, os costumes, os rituais são modos de produção da realidade e constituem a maneira como os sujeitos pensam e agem. É a chamada “história de baixo para cima”. Para Williams (2005), a teoria da cultura no marxismo clássico leva em conta a base determinante e a superestrutura determinada. Mas deve-se abandonar este princípio por outro: “a proposição de que a existência social determina a consciência”. Pois, Marx rejeita a ideologia que enfatiza o poder de certas forças exteriores ao homem como uma consciência abstrata determinante, e coloca a origem da determinação nas próprias atividades humanas. O significado de determinação comporta dois sentidos pelo menos: o de teologia, de que uma força controla de fora toda a atividade humana; e o de experiência da prática social, uma noção de determinação como algo que estabelece limites e exerce pressões. Em geral o marxismo tem usado o “segundo” como se fosse o “primeiro”, de previsão e controle. É preciso, portanto, se afastar dele para não acreditar que os modos de produção são estáticos e homogêneos. Thompson concorda com boa parte das proposições de Williams. O autor se tornou conhecido após escrever A Formação da Classe Operária Inglesa [1963], uma obra em três volumes que solapa as interpretações deterministas econômicas do marxismo clássico, inclusive algumas ideias de Engels. Para Thompson (1987), a classe operária inglesa não foi um produto mecânico da exploração do trabalho na Revolução Industrial, todavia sua consciência foi formada a partir de um modo de produção cultural ligado as experiências sociais anteriores ao trabalho nas fábricas. Numa análise histórica de transformação das condições materiais do ambiente, muitos fatores são considerados para a constituição da consciência de classe: o cercamento de terras no “pré-capitalismo”, as especificidades dos ofícios de trabalho, com mais autonomia ao trabalhador, mudanças nas maneiras de viver, sobretudo com o tempo do relógio, os direitos consuetudinários sobre a terra produtiva, as tradições coorporativas que uniam e protegiam os trabalhadores, o florescimento de religiões evangélicas (como o metodismo) que solidificavam os laços entre os membros em momentos de fraqueza, o imaginário social da Inglaterra sobre um tempo mítico, a fragmentação das concepções morais calcadas nos usos e costumes e etc. São tantas especificidades relativas a cada grupo e região que o autor prefere usar o termo “classes operárias” para operacionalizar conceitualmente a pluralidade de trabalhadores e ofícios. Em Costumes em Comum, Thompson (1998) novamente volta sua atenção para os costumes ingleses do século 18 e 19. Através de uma perspectiva etnográfica, ele quer compreender determinados rituais enquanto formas de resistências e lutas da cultura popular à cultura da elite. O historiador desenvolve também o conceito de “economia moral”, baseado na ideia de que o termo economia designava um significado um pouco diferente do que temos hoje em relação a época em que Marx escreveu. Esta noção se refere às práticas culturais antigas que regulamentavam os costumes, inclusive, as relações de troca, evitando os açambarcamentos e possíveis usuras dos comerciantes. Entre outras coisas, era aquilo que impedia moralmente os fazendeiros de venderem suas colheitas para intermediários, obrigando-os a irem vender seus produtos no mercado para que o preço não aumentasse com a inclusão de atravessadores nas transações comerciais. Sobre as concepções marxistas que ressaltam a primazia do econômico (como “mais real”) a partir da qual as normas, os costumes, os hábitos e os pensamentos seriam meramente reflexos secundários (“menos reais”), Thompson escreve o seguinte: “Uma divisão arbitrária como essa, de uma base econômica e uma superestrutura cultural, pode ser feita na cabeça e bem pode assentar-se no papel durante alguns momentos. Mas não passa de uma ideia na cabeça. Quando procedemos ao exame de uma sociedade real, seja qual for, rapidamente descobrimos (ou pelo menos deveríamos descobrir) a inutilidade de se esboçar respeito a uma divisão assim. Incluídos os marxistas, os antropólogos têm insistido longamente sobre a impossibilidade de se descrever a economia de sociedades primitivas independentemente tanto dos sistemas de parentesco segundo os quais estas se estruturam quanto das obrigações e reciprocidades de parentela que são endossadas quanto impostas pelas normas e pelas necessidades. Mas é igualmente verdade que nas sociedades mais avançadas, distinções daquele mesmo tipo não são válidas. Mal podemos começar a descrever as sociedades feudal ou capitalista em termos ‘econômicos’, independentemente das relações de poder e dominação, dos conceitos de direito de uso ou de propriedade privada (e leis correspondentes), das normas culturalmente sancionadas e das necessidades culturalmente formadas características de um modo de produção. Nenhum sistema agrário fica em pé após um dia sem os complexos conceitos de direito de uso, de acesso e de propriedade. Onde devemos colocar esses conceitos: na ‘base’ ou na ‘superestrutura’? (2001, p. 254-5)". Referências: BARBOSA, W. Marx e a Historiografia no século XX. In: ALENCAR, M. (Org.). A História da História. Goiânia: Editora UCG, 2002, p. 65-103. HOBSBAWM, E. O que os historiadores devem a Karl Marx? In:______. Sobre história. São Paulo: Companhia das Letras, 1998. SHUELER, A. Marxismo e historiografia no reino de Vitória: as contribuições de Edward Palmer Thomspon. Verinotio: Revista On-line de Educação e Ciências, nº 6, ano III, maio de 2007. THOMPSON, E. P. Folclore, antropologia e história social. In:______. As peculiaridades dos ingleses e outros artigos. Campinas: Ed. Unicamp, 2001, p. 227-269. THOMPSON, E. P. A formação da classe operária inglesa. Rio de Janeiro: Paz e Terra, 1987. THOMPSON, E. P. Costumes em comum: estudos sobre a cultura popular tradicional. São Paulo: Companhia das Letras, 1998. WILLIAMS, R. Base e superestrutura na teoria marxista. Revista USP, São Paulo, nº 65, p. 201-224, março/maio, 2005.